¡Feliz Cumpleaños Papá!



Éste 12 de Diciembre mi padre cumpliría 73 años.  Él partió siendo un joven de tan sólo 68 años, de forma muy digna y por suerte tranquila. Tuve la suerte que fuera el autor intelectual de mi existencia y de la mayoría de mis pasiones mundanas, motivo por el cual lo nombro en casi todos los comentarios que he escrito gracias a su manera de influir en mí.

Una de sus características que ha calado profundo en mí, es que aparte de todo lo bueno que me pudo enseñar, hasta el día de hoy, en mi vida, he conocido a persona alguna que realmente sea, en todo el sentido de la palabra, FELIZ. A veces de manera irracional, incoherente, ilógica, etc; pero FELIZ.  Feliz de cualquier cosa o por cualquier cosa, en las peores situaciones y en las más simples siempre encontraba el lado positivo y sabía perfectamente qué hacer para mutar la situación. Nunca se aburría y era imposible que estuviera sin hacer nada.  En ningún momento dejaba de aprender, de leer y realmente lo sabía TODO, recordaba cosas e historias a la perfección y si no, las inventaba con mucha gracia ya que era poseedor de un sentido del humor muy fino .

Disfrutaba la comida de una manera especial y le encantaba compartirla sobre todas las cosas, todos los fines de semana organizaba grandes comilonas y ollas comunes para intelectuales, rodeado siempre de las personas más inteligentes de su época en donde las conversaciones culturales eran interminables. Yo creo que pudo ser reconocido como compositor de forma más amplia, pero en el fondo él mismo prefirió no salir del pequeño círculo de melómanos que aún lo recuerda con cariño.

Creo que en eso mismo es en lo que nos parecemos, a mí al igual que a él, nos agrada ser anfitriones, recibir a los amigos, compartir la mesa, conversar de nuestras experiencias de vida y de disfrutar al máximo lo que hacemos.

Adolfo Polack Docarmo fue un grande, un orador elocuente, un genio de la composición, una persona culta y de gustos refinados, un buen anfitrión y amante de la vida misma, pero también fue un padre amoroso... no lo comprendí sino hasta su partida. Dejó en mí una huella imborrable y lecciones de vida que agradezco profundamente tener y aunque no compartí con él muchas de ellas... disfruto poder atesorar esos momentos en mi memoria y guardar su sonrisa y la mía en igual complicidad.

No quisiera explayarme más en mis comentarios, por lo que aquí les dejo el link de Wikipedia en donde hacen un resumen muy acertado de su vida y sus obras, que espero lean con gusto y compartan:


¡Un beso hasta el cielo papá!

Ernesto Polack.



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