El Estanco de la Sal.


Cuando era un niño travieso; como hasta ahora; vivía en el distrito de Miraflores que tenía más de barrio, que de pituco como creen algunas personas.  Como todo barrio, tenía a ciertas cuadras de mi casa un “chino de la esquina”, o próspera bodega, administrada por un señor de origen oriental, Julio para todos pero Lee On o León, quien era el señor de origen cantonés que llevaba su negocio familiar de manera eficiente desde que tengo uso de razón.


Él era padre de: Wing Ling, entrañable amiga mía y de su hermano que aunque no sé escribir su nombre sonaba algo así como Lee Ling,  él era un chico reservado y nuestra relación (a diferencia de la amistad con su hermana) se reducía sólo a un “hola” cada vez que nos veíamos.  Los menciono porque siempre pregunté al patriarca de la familia el por qué decía en su puerta  “Estanco de la Sal” y nunca obtuve algún tipo de respuesta.

Al crecer conocí a una persona  que tenía devoción por los temas de Lima en la antigüedad y recién ahí pude comprender el significado de lo que pasaba en los estancos de la sal y cuál era su cometido, información que compartí con mi amiga Wing Ling, quien ahora vive en Suiza, después de una brillante carrera de traducción en la ONU, por dominar el inglés, chino, francés  y español,  luego  casada con un diplomático y entregada a su familia, recién conoció por mi el tema de discusión de nuestra infancia medio olvidada….

Para que no se queden con la duda la sal tiene importancia desde antes de la época de la Odisea y estamos hablando del siglo VIII a.C. en donde nombra lo difícil que era obtener sal en ese entonces.  La sal era tan importante en la antiguedad tanto en la cocina como por su relación con la divinidad debido a su capacidad para curar los males y purificar, en la Biblia incluso Cristo decía a sus apóstoles que debían ser "La sal de la tierra" para luchar contra la corrupción de la tierra.  Ha sido parte de ceremonias religiosas y cultos en la antigüedad. Sal e incienso eran necesarios tanto en la cocina como en el templo, se volvió una necesidad, política, religiosa y económica desde 2500 a.C.


La sal por lo tanto siempre fue objeto precioso de comercio, tanto así que el término "salario = sueldo dado a los trabajadores"  deriva de la costumbre romana de dar como parte de paga una cantidad extra de sal.  A tanto llegó su importancia que en una época sólo los ricos podían tener acceso a ella.

"Los estancos de la sal" se convirtieron entonces en los lugares autorizados y exclusivos (o monopolios) para vender éste producto y evitar el contrabando al recaudar al fisco los impuestos que correspondían.  Allá por el año 1885 el Estado debía tener la suma de 10 millones en pesos de plata para recuperar Tacna y Arica, tras la derrota frente a Chile en la Guerra del Pacífico.  Es por éste motivo que el presidente de entonces Nicolás de Piérola vio la oportunidad de crear el "Estanco de la Sal" así como sucedía ya con el alcohol y el opio para recaudar fondos.   Los estancos estuvieron activos unos 5 años aproximadamente, hasta que la empresa de la sal fue privatizada, pero nos dejaron en algunas calles de Lima el recuerdo de dónde estaban ubicados para no olvidar parte de la historia.

Cuando paseen por Miraflores si son observadores podrán encontrar en varios lugares, uno en el cruce de la calle Independencia y Enrique Palacios.  Pero les recomiendo que hagan una ruta histórica por las calles de Lima, porque hay varios lugares como en Barranco, Jesus María, Lince u otros en los que podrán encontrar el mismo letrero.  

Ernesto Polack

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