El Teniente Kijé



Mi padre, Adolfo Polack Do Carmo, fue el primer compositor egresado del Conservatorio Nacional, especialista en música incidental, él cultivó en mí otra pasión:  la música.

En casa se escuchaba música clásica desde que tengo uso de razón, también otros géneros como jazz, folklore, etc… pero lo comercial nunca fue realmente bienvenido, cosa que fue cambiando mientras yo crecía.  Es más, mi papá se encargaba que entre los regalos de cumpleaños o navidad siempre hubiera un disco de música clásica que tuviera alguna orientación o carátula infantil.  Entre mis favoritos estaban “El carnaval de los animales“ compuesta por el compositor romántico francés Camille Saint-Saëns, “Pedro y el lobo” composición sinfónica de Serguéi Prokófiev y mi preferida era “El teniente Kijé” del mismo compositor. 

Ese disco fue un regalo de mi sexto cumpleaños, la funda del disco era de un color verde oscuro sin dibujos ni figuras alegóricos como en los otros discos mencionados, sólo letras y símbolos discográficos.  Al cuestionarle si ese disco era realmente para niños, mi papá respondió muy seguro y alegre con un “¡Claro!”  Entonces comenzamos a escuchar el disco mientras él contaba e interpretaba la historia, dándole énfasis y dramatismo según iba progresando la música. Su interpretación refería a un soldado flojo y glotón, el Teniente Kijé, quien desobedecía las órdenes de un general que era muy renegón y extremadamente gordo.  Éste curioso personaje además, se las ingeniaba para robar unos deliciosos chocolates que el general guardaba en un baúl secreto que Kijé había descubierto por casualidad.  Al final de la historia, el general descubre al bribón y lo corretea para molerlo a palazos, sin embargo el teniente escapa en un caballo mientras que en su deseperación el general lo persigue en un burrito que con las justas puede con el peso del obeso renegón.  Todo ésto, narrado por mi papá en bata y subido en el palo de una escoba mientras interpretaba a ambos personajes, lo que hacía que yo terminara en el suelo muerto de la risa.

Pero la historia de la composición original no es así y fue mi propio padre quien me la contó años más tarde.  Aquí les dejo un link de la verdadera trama de la historia para q la disfruten mientras escuchan la composición musical, que es simplemente genial.
https://ciudades.me/tag/sergei-prokofiev/

Nunca olvidaré el buen momento que mi padre me hacía pasar de niño, ni cómo hacía que mi imaginación se desarrollara hasta las nubes. 

¡Gracias Papá!

Ernesto Polack
https://www.facebook.com/elpandeernesto/



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